Hiroshima
(ANT 72)
Testimonio de esperanza por la supervivencia.
El 6 de agosto de 1945 en Hiroshima, tuvo lugar una de las catástrofes humanitarias más impactantes que ha sufrido el territorio asiático oriental, dejando tras de sí entre 70.000 y 146.000 civiles muertos y más de 20.000 soldados muertos. Unos días después, el 9 de agosto de 1945, sucedía lo mismo en Nagasaki.
La liberación de ambas bombas trajo grandes consecuencias sanitarias: por un lado, las personas que consiguieron sobrevivir murieron por los daños causados por la explosión o por envenenamiento por radiación y por otro lado, se desarrollaron múltiples cánceres y los casos de leucemia aumentaron considerablemente. Además, las consecuencias que más se vieron en los supervivientes fueron tales como pérdida de pelo, cáncer de mama, cáncer de pulmón, cataratas, entre otras cosas.
Uno de los efectos que trajo consigo la explosión —además, de los anteriormente mencionados— fue la creación de sombras o como también se le llamó, sombras atómicas. Así fue llamada la impresión de objetos o personas en superficies que dejó la bomba; un ejemplo de ello, es en el Banco Sumitomo de Hiroshima en cuyas escaleras quedó impresa la sombra de un hombre que estaba allí sentado cuando sucedió.
La explosión de Hiroshima y Nagasaki, tuvo efectos devastadores que ninguno de los bandos podría haberse imaginado y eso mismo mostró Klein en su obra. Empleando a una modelo en posición vertical, con una pistola de gravedad —empleada para pintar coches— remarca el contorno de la modelo y al mismo tiempo, esta está embadurnada con el IKB para marcar los atributos de la misma, haciendo referencia a su serie de las Antropometrías.
Muchos de los supervivientes, tras los hechos, dedicaron su vida al activismo y específicamente, a la lucha por el desmantelamiento de armas nucleares de todos los países del mundo. Una de las figuras más destacadas y también superviviente de Nagasaki es Sumiteru Taniguchi.
«Aún siento rabia de que EE. UU. haya lanzado la bomba contra gente inocente, gente que no tenía manera de defenderse».
Yoshiro Yamawaki, superviviente de Nagasaki en una entrevista para la BBC.