Concierto para flauta de Federico el Grande en Sanssouci
Velada musical en un palacio del XVIII
Adolph Menzel nos presenta muy detalladamente una típica velada cultural en la corte de Federico el Grande (1712–1786) en el Palacio Sanssouci. Recodemos que este monarca prusiano era todo un melómano. No en vano se le llamó «el rey músico» e incluso tocaba la flauta, como vemos en la imagen.
El rey se sitúa en el centro mismo de la composición y lo rodea (a cierta distancia) su conjunto de cámara y una audiencia de nobles y demás fauna palaciega. Un grupo que va de los que están atentos e incluso disfrutando del concierto hasta los claramente aburridos. De lo que podemos estar seguros es que todos van a aplaudir cuando acabe el concierto.
Pero lo que Menzel quiere resaltar en esta pintura no es una alabanza a la cultura del rey, ni mostrar el detallismo de vestuario, muebles, candelabros e instrumentos, sino más bien la atmósfera de un palacio del siglo XVIII. Un realista como él quería introducirnos en otra época, en otro ambiente distinto (el cuadro está ambientado un siglo antes de cuando fue pintado) y desde luego lo logra. Casi podemos oír la música.
Sabemos que el monarca era todo un mecenas, un tipo ilustrado, y por su corte pasaron grandes personalidades de la historia como su colega Voltaire, que pese a esa amistad se permitió escribir detalles bastante escandalosos sobre el rey como que era una amable ramera que se divierte con pajes y cadetes, con los que realiza la «segunda función» (es decir, el coito anal), debido a su falta de «aparatura» (aludiendo a la impotencia del monarca).