Corral de locos
De locos y otros inadaptados.
…un corral de locos y dos que están luchando desnudos, y el que los cuida cascándoles…
Así describe Goya esta escena en una carta y añade: es asunto que he presenciado en Zaragoza.
Se trata del Hospital Nuestra Señora de Gracia en esa ciudad. Por lo que el mismo Goya nos cuenta sabemos que presenció la escena, falta por determinar con exactitud si como apuntan los datos, lo hizo visitando a dos miembros de la familia Lucientes allí internados, o por causa de sus propias dolencias psiquiátricas; un año antes sufre uno de los brotes que se repetirán a lo largo de su vida.
Ya sabemos que la locura, incluso en nuestros días, es un tema tabú, y el termino actualmente inapropiado o políticamente incorrecto. Su representación en la pintura tenía una intención moralizante o satírica, como en La nave de los locos de El Bosco. Una nave que por desgracia no sólo era alegórica ya que enfermos mentales y otras gentes inadaptadas (prostitutas, borrachos, ateos y otros de dudosa moral) fueron expulsadas de las poblaciones, a veces embarcadas hacia una muerte segura en naves sin tripulación.
Goya nos muestra la realidad de un hospital psiquiátrico en el Siglo de las Luces, desnudos peleándose y recibiendo la terapia del castigo, una escena en tinieblas con una luz desde la puerta enrejada que parece arrojar enfermos al patio, y otra luz cenital cegadora que sin embargo mantiene zonas en sombra en las que intuimos más figuras, más enfermos, arrastrándose por el suelo, levantando los brazos o ensimismados en su soliloquio.
Los pintores románticos tratarán el tema de la locura con la libertad artística que les es propia y participarán en estudios científicos; es el caso de los extraordinarios retratos de locos de Géricault que ya vimos en HA!.
La pintura de Goya precede a sus grabados Los Caprichos pero su composición y claroscuros ya los anuncia. Utiliza óleo sobre una plancha de hojalata, algunos pintores del XVIII y XIX experimentarán con esta técnica en la que por supuesto destacará Francisco de Goya.