David con la cabeza de Goliat
Barroco a la boloñesa.
Poco tienen que ver el Barroco oscuro de Caravaggio y de Guido Reni. Este último es más luminoso, más clasicista. Quizás es que Reni tenía como ídolo absoluto a Rafael Sanzio y porque había mamado del arte de su paisano boloñés Annibale Carracci.
En la escuela de Carracci, la Accademia degli Incamminati (Academia de los recién embarcados), aprendería Reni asignaturas fundamentales para un artista como son la anatomía, centrándose sobre todo en la anatomía masculina, que muchos dicen que es más fácil de representar, aunque quizás las preferencias de Reni se debían a otros motivos.
Como en HA! somos un poco cotillas, os contamos que Reni —aunque no hay pruebas sólidas de su salida del armario— «se convertía en mármol» en presencia de modelos femeninas, además de ser un soltero empedernido que vivió con su madre hasta los 55 años y tras esto, a ni una mujer dejó entrar en su casa, y se asegura que ni una mujer tocó en su vida.
Por eso, quizás pinta tan bien a los señores como este David vestido de forma totalmente anacrónica, agarrando por el pelo la cabeza decapitada de Goliat. Un tema, por cierto, más propio de Caravaggio, ese amante de un arte crudo que roza el gore. Pero a lo mejor, como lo truculento estaba de moda, y a Reni no le sobraba el dinero (volviendo a nuestra verdulería, el artista era jugador, y pocas veces ganador) se vio obligado a pintar estas cosas para pagar sus deudas de juego. Cierto es que Reni no se recrea en sangre ni vísceras y muestra la escena de forma elegante y luminosa, incluso se podría decir que fría.