Don Quijote, de Doré
El ilustrador que mejor plasmó la figura del Quijote.
Gustave Doré ilustró las grandes obras de la literatura universal, de la Biblia al Quijote.
Esta ilustración pertenece a la portada de este último libro y muestra al ingenioso hidalgo enloqueciendo después de leer tanta novela de caballería. De su mente nacen las criaturas que pueblan este magnífico dibujo.
En esta edición hay un subtítulo bajo el dibujo, a modo de epígrafe: “Un mundo de ideas desordenadas, escogió de sus libros, amontonados en su imaginación”
Doré representó en esta estampa toda la iconografía de la obra a modo de resumen: Princesas, dragones, caballeros y demás seres (fijaos en los caballeros cabalgando ratones de abajo) se aparecen a la manera de los grabados de Goya, artista que sin duda el ilustrador conoció.
Doré realizó otras 376 ilustraciones igual de buena para el libro mediante el grabado al aguafuerte.
Hay que tener en cuenta que para preparase, el artista francés pasó una temporada en España (Granada, Madrid, Valencia, Galicia, Andalucía…) y por supuesto visitó también los lugares que inspiraron a Miguel de Cervantes para escribir su famoso libro.
Este viaje impactó mucho en el artista y supo representar con bastante fidelidad los paisajes españoles, además de retratar a la perfección los delirios de Don Quijote.
Gustave Doré fue uno de los ilustradores más prolíficos de la historia del arte (“¡Lo ilustraré todo!”, llegó a decir como un Quijote) y fue quizás el que mejor supo interpretar los universos del personaje de Cervantes, que obsesionó a artistas durante siglos, de Picasso a Terry Gilliam, pasando por Hunter S. Thompson.