Reunión de ratas
¡Que alguien haga algo!
La Fontaine cuenta en una de sus fábulas que un grupo de ratas se reunió para debatir un problema que las tenía muy preocupadas: un gato que no dejaba de merodear y que amenazaba seriamente la seguridad de esta sociedad de roedores, que no podía salir de la madriguera.
La reunión fue bastante interesante y se dijeron cosas muy sensatas. Una de las ratas incluso propuso una idea de lo más brillante: colocarle un cascabel al gato para así saber en todo momento cuándo la amenaza felina estaba cerca. La idea fue aplaudida unánimemente por todas las ratas.
El gran problema vino cuando la rata más decana pidió voluntarios para colocarle el cascabel al gato. Ahí fue cuando nadie se presentó y al final, esa gran idea se quedó sin realizar.
¿Cuántas veces nos ha pasado esto…? ¿En cuantas reuniones abundan los sabios consejeros…? Pero después, a la hora de la verdad, cuando hay que hacer algo, parece que faltan voluntarios y al final ese algo tan genial no se hace.
A Gustave Doré debió pasarle esto unas cuantas docenas de veces. Pero si una cosa tenía el artista es que él sí hacía algo, y además lo hacía muy bien. «¡Lo ilustraré todo!», dijo una vez.