El ángel del dolor
Uno de los monumentos funerarios más bellos, pero menos conocidos de Roma.
La pérdida de una persona muy cercana a cada uno de nosotros es una enorme tragedia irreparable que jamás entenderemos. El dolor nos contempla y la pena se apodera de nosotros.
Esto fue lo que sintió el escultor estadounidense William Wetmore Story al esculpir con sus propias manos El Ángel de la Pena, en el momento en el que lleva flores a la tumba de su amor verdadero. Obra en honor al fallecimiento de su amada de toda la vida, Emelyn Eldredge Story. William falleció justo un año después de esculpir esta obra, siendo enterrado también en el mismo lugar, aunque en el pedestal aún se mantiene solo el nombre de ella.
En Italiano es conocida como L’Angelo del Dolore, y puede ser contemplada en su lugar de origen de 1894, en la tumba de Emelyn, junto a la pirámide de la capital italiana. En aquellos años, la Iglesia Católica no aceptó enterrar en tierra sagrada a todo el que no fuera católico, como eran los protestantes, los judíos y ortodoxos, y también a quienes se suicidaran y a los actores. Estas personas, al fallecer estaban mal vistas desde la Religión Cristiana, siendo enterradas fuera de las murallas de la ciudad.
En la escultura de mármol y piedra vemos al ángel, que sitúa la cabeza sobre el brazo derecho con el que esconde su llanto. Conmocionado por la profunda pena, termina soltando las flores que tenía en la mano izquierda, quedando el brazo imponente en dirección al suelo.
Las alas de gran tamaño que surgen de la espalda no se muestran abiertas y portentosas, sino que están tristemente recogidas recorriendo la figura del ángel. De esta manera protegerá con esperanza a Emelyn y a su amor por ella.
Algunas de las flores que portaba el ángel se encuentran dispersas sobre los escalones de la base del pedestal, bajo la inscripción con el nombre de “Emelyn Story”.
La figura del ángel se posiciona de una forma desgarradora, sin fuerzas y repleto de dolor al no parar de pensar en ella mientras intenta entender la razón de su pérdida. Se derrumba y cae ante ella.
William consiguió el gran realismo que le caracterizaba en la mayoría de obras que realizaba. Esta calidad para esculpir que mantiene en toda la escultura se refleja a simple vista en las arrugas del ropaje.
El Ángel de la Pena fue una escultura que a lo primero de ser realizada no consiguió llamar mucha atención. Con el paso del tiempo, se posicionó con un nivel de fama muy importante. Como consecuencia, se convirtió en inspiración para numerosos monumentos funerarios y más de treinta réplicas. Algunas de las copias más conocidas están en New York, Maryland, Canadá, Costa Rica, Cuba y California.
Esta última es la réplica más destacada y está realizada por Antonio Bernieri, localizada en el Memorial a las víctimas del terremoto de 1906, en la Universidad de Stratford. Escultura funeraria en honor al cofundador de la universidad.
El ángel de William se convirtió en un claro icono de la música neogótica, siendo la portada de algunos discos de música como; Odes Of Ecstasy, Evanescence, Nightwish y Anabantha.
En la historia, si hay una obra de arte que refleje tanto dolor y pena, es esta. Ninguna como El Ángel de la Pena muestra tanto realismo y tanto sentimiento en una misma escultura. Tal es su calidad artística y sentimental, que ha servido, y servirá sin duda, de inspiración para una gran cantidad de obras funerarias. Sin embargo, aunque es visitada por muchos curiosos, no llega a ser uno de los monumentos más reconocidos de Roma.