El despertar de la tristeza
Dolor académico.
De toda la extensa obra del popular Bouguereau, El despertar de la tristeza o Los primeros funerales sea quizá una de las más radicales y sobrecogedoras.
¿Quiénes son los tres personajes representados? En lugar de remontarse a la mitología, como es tan habitual en este artista, Bouguereau pinta una escena religiosa del Antiguo Testamento: la muerte de Abel, el primer asesinato de la historia de la humanidad, a manos de su propio hermano mayor, Caín.
En esta escena tan oscura, aparece el cuerpo extremadamente pálido y sin vida del joven Abel, recostado sobre las piernas de su padre y el primer hombre creado por Dios: Adán. Este, desconsolado, se lleva la mano al pecho, como si el dolor se extendiera por su pecho, insoportable. Rodea con el brazo libre a su mujer, Eva, recostada también sobre el pecho de Adán y a la que no vemos el rostro, pues lo tiene escondido entre sus manos, mientras llora desconsoladamente.
Qué situación tan terrible, ¿existe algo más doloroso que perder a un hijo? Si lo pensamos, existe la palabra huérfano para aquellos que desafortunadamente han perdido a sus padres, pero ¿qué palabra se utiliza si fallece un hijo? Ni siquiera se ha inventado un vocablo que exprese o describa algo tan cruel, tan anti natural.
¿Y qué hizo el pobre Abel para merecer su muerte, a manos de su propio hermano? Caín lo mató por celos, envidiaba a su Abel por ser el favorito de Dios, se convirtió en el primer asesino del mundo. Y fue castigado por ello.
Bouguereau perdió a su segundo hijo poco antes de pintar esta obra, por lo que probablemente realizó la pintura como una especie de homenaje a su recién fallecido predecesor, y por tanto podía sentirse perfectamente identificado con una experiencia tan devastadora.