El estudio del pintor
Definiendo el Realismo.
Hacía menos de una década del surgimiento del Realismo cuando Courbet, un artista de lo más excéntrico y algo engreído, se atrevió a definirlo con una obra de grandes dimensiones. En esta pintura refleja su concepción del movimiento, es incluso una declaración de intenciones.
Courbet se autorretrata en el centro de la composición, pintando un paisaje (orgulloso de su oficio) y reivindica así el papel principal del artista en la sociedad.
En su lateral derecho, aparece una modelo desnuda, el símbolo de la Academia, aparentemente inalterable. Por eso Courbet, como el resto de artistas ya cansados de lo académico, da la espalda a la modelo. Otra interpretación más positiva de esta figura es que se tratara de una alegoría, concretamente la alegoría de la verdad.
En su lateral izquierdo vemos a un niño pequeño. Sabemos que su edad exacta son siete años, la edad del Realismo, como indica el subtítulo de la obra: «alegoría real de siete años de vida artística».
Además de estos tres personajes protagonistas, a lo largo del gran estudio encontramos muchos más, divididos en dos grupos.
El grupo izquierdo está formado por los personajes reales, que son aquellos que forman parte de la realidad, y por lo tanto cualquiera de ellos merece ser representado, son los temas del Realismo. Vemos mayoritariamente hombres de diferentes oficios, aunque sin duda lo que más nos llama la atención es un maniquí en una extraña postura. Este maniquí representa a Jesucristo, de ahí esa postura tan peculiar. Al representar a este maniquí hace todavía más énfasis entre aquello que es real y que no lo es (para pintar a Jesucristo, Courbet utilizará este maniquí, un objeto real).
El grupo derecho también abarca personajes reales, la diferencia es que en este caso son personajes concretos, célebres en la época, reconocibles. Personajes que apoyaban el Realismo, ya fuera de manera económica o con otros recursos. Encontramos políticos, escritores…por ejemplo Charles Baudelaire.
En definitiva, se trata de una obra especialmente relevante de este artista, en la cual nos deja ver su concepción artística, nos ayuda a entender el Realismo y en la que aprovecha para compararse con el mismísimo Velázquez o posteriormente Goya, enalteciendo la postura del artista.