Mujer con loro
Courbet se mete al porno. Hoy parece light, pero en 1866 la cosa era distinta.
Salón de París, 1866: El realista Gustave Courbet expuso este desnudo y el escándalo sacudió los cimientos de la institución.
Es verdad que en arte era habitual el desnudo femenino, pero sólo estaba bien visto en las Venus, o en todo caso en odaliscas. El desnudo era permitido en motivos mitológicos o históricos. Cuando alguien pintaba un desnudo tan gratuíto como este de Courbet, era considerado directamente pornografía. La puritana sociedad parisina (por fuera) lo consideró la pintura “falta de gusto”.
Por supuesto, a Courbet le encantaba escandalizar. Más aún sabiendo que su obra era de una técnica excelente, incluido ese complejo escorzo (La postura es igual al de su “Venus y Psique” destruida en la Segunda Guerra Mundial). Desde luego no le importaba representar desnudos explícitos. Nadie iba a cuestionar su talento.
La señora del cuadro tiene la ropa tirada en primer plano. Las sábanas arrugadas se enrollan entre su pierna. Sus pelos están sueltos y alborotados. Su postura es relajada y la sonrisa en sus labios ya nos sugieren que acaba de practicar actividades poco decorosas.
Un loro (suponemos que el perchero del fondo es suyo) va volando hasta la mano izquierda de la mujer, donde se posa. Para algunos este animal evocaría el orgasmo.