El mayordomo cantante

Este escocés autodidacta (ex-minero de carbón) pintó una elegante pareja bailando en la playa de su Escocia natal mientras sus criados sostienen unos paraguas.

Un icono contemporáneo que genera a su creador pingües beneficios anuales en concepto de derechos de autor. Esta obra es de hecho la más reproducida del Reino Unido. Vettriano creó su propia pequeña industria vendiendo su obra a gente de a pie por 10 £.

Quizás por esto (la inmensa popularidad del cuadro y de otras obras de Jack Vettriano de estética similar) trajo el desprecio de la crítica de arte, que considera a la obra de Vettriano como vacía, repetitiva y mal pintada. Incluso algunos afirman que ni siquiera es un artista.

Aunque vistas las ventas de sus reproducciones es evidente que el público adora la estética del escocés, entre el cine negro, Hopper y un aire surrealista con escenas hipnóticas que podrían ser parte de un sueño o del Hollywood clásico. Un mundo elegante de silencios que cuentan una enigmática historia. Nuestra labor es encontrarle sentido, y la obra de Vettriano está abierta a infinitas posibilidades.

En 2005 The singing butler tuvo gran controversia al demostrarse que las poses habían sido copiadas de un manual de pintura denominado The Illustrator’s Figure Reference Manual. Vettriano no solo no negó la acusación, sino que se defendió: ¡Me importa una mierda! Picasso dijo: «Otros artistas piden prestados, yo robo». Y el mismo libro que utilicé fue encontrado en el estudio de Francis Bacon cuando murió.

Después de todo, ningún artista puede decir que no ha copiado nunca nada.