El monje Romano viste a Benedicto
La pintura del Sodomita.
Esta es la cuarta escena del ciclo de frescos sobre la vida y milagros de San Benedicto (fundador de la orden de los Benedictinos), un conjunto de 36 pinturas realizadas por Luca Signorelli y (la que vemos en la imagen) Antonio Bazzi, también conocido con el llamativo apodo de Il Sodoma.
El ciclo lo empezó Signorelli, pero recibió un encargo mejor y fue Il Sodoma el encargado de completar la serie a partir de 1505
Esta escena en concreto muestra cómo el monje Romano lo viste de ermitaño y a partir de ahí el santo vivió durante tres años de aislamiento sólo roto por las visitas de Romano. Ahí fundaría la primera abadía benedictina y vemos como el pintor no escatima en mostrar el paisaje con un realismo bastante inusual para la época. Si hacemos zoom en la imagen podremos ver una vista detallada de la ciudad y sus alrededores.
Il Sodoma era un pintor bastante talentoso (de hecho Rafael lo pinta a su lado en La Escuela de Atenas). Bazzi cultivaba una pintura caracterizada por su gracilidad y el uso de colores e iluminación clara y armoniosa. Pero de su figura destaca más su vida que su arte. Al parecer, Il Sodoma fue uno de los primeros artistas abiertamente homosexuales que no ocultaba sus preferencias, y de hecho estaba muy orgulloso de ellas. Le gustaba mucho su apodo: Il Sodoma (el sodomita). Y estamos hablando del siglo XVI.
Es Vasari, ese cronista de papel couché, es la principal fuente biográfica en la vida de Il Sodoma. Según Vasari, Il Sodoma se vestía alegremente,
y su casa era conocida como el arca de Noé, llena de animales raros. Muy bromista con sus amigos (de hecho era considerado un artista en eso de gastar bromas), también componía y cantaba canciones muy indecorosas. En ellas se reía de su apodo y de que su «vida licenciosa» hiciera sonrojar a la gente. [1]