El regreso de la Primavera
Una alegoría de la estación más floral.
Las flores comienzan a abrirse, el sol calienta con más fuerza…la primavera ha llegado para quedarse.
Bouguereau pinta en esta ocasión a una de sus bellas figuras femeninas, que representa la alegoría de la primavera, la estación más floral, cambiante, caprichosa…
La joven, en un principio pudorosa tapándose su pecho con los brazos cruzados sobre él, parece que va perdiendo la vergüenza poco a poco, al menos así lo manifiesta su rostro, con los ojos cerrados y una expresión de éxtasis, dejándose llevar por los amorcillos a su alrededor (no son más que infantes a los que se les han añadido diminutas alas blancas).
Estas simpáticas criaturas, algunas en el suelo, otras revoloteando sobre la joven, la animan a desmelenarse, juegan con ella cariñosamente.
Ha llegado la primavera, y esta no puede ser precisamente tímida.
No sólo es la estación en las que todas las plantas se abren, también la podemos asociar con el amor, un paralelismo en el que el amor florece, crece, madura…aunque también me atrevería a decir que es una advertencia: el amor crecerá, sí, pero sólo si lo cuidas bien, cada día.
El sentimiento del amor y su estación son mutables e imprevisibles, cuando menos esperamos pueden dar un drástico giro.