En los días de Safo
Retratos clásicos de Safo y Homero.
Una de las obras más influyentes e importantes de Godward fue sin duda el retrato de Safo y el legado literario que representa el conjunto del cuadro junto a la escultura Homero.
Godward definió con exactitud el atuendo, el peinado clásico y los elementos del mundo antiguo.
Esta obra está ejecutada en formato horizontal y dividida en tres planos bien definidos: En el centro del banco podemos apreciar a una bella mujer vestida con una túnica vaporosa semitransparente de seda, cuyos rasgos faciales son similares al conocido fresco pompeyano realizado en el siglo IV entre el 55–79 d. C. Godward pudo inspirarse en él aunque tenía las hermanas Peetigrew como modelos que definían su ideal clásico y le acompañaban de manera recuerrente en sus pinturas.
La figura de Safo define el concepto del safismo o lesbianismo en la antiguedad y fue considerada por Platón como la décima musa. Hoy en día su figura es considerada un referente y una fuente de inspiración para muchos autores coetáneos y posteriores.
En esta obra, la poetisa Safo dibujada con precisión fotográfica le acompaña un espléndido paisaje costero que favorece la dinámica cromática. La bella dama ladea su cabeza para mirar de frente al espectador con aire pensativo y se muestra ensimismada en su mundo.
Godward se inspiró en la temática grecorromana bajo la influencia del Neoclasicismo y adoptó un arquetipo de mujer con tonos vibrantes y brillantes del prerrafaelismo.