Espejo de Cronos
El tiempo desmembrado.
Con seguridad es la obra más televisada del pintor surrealista Roberto Matta, puesto que se encuentra en el Salón Azul del Palacio de la Moneda en Santiago de Chile, donde el Jefe de Estado de ese país recibe a sus invitados más estelares. Esta obra no sólo trasciende por su excelente ejecución —se trata de la obra cúspide de su «serie azul»— sino también por haber sustituido el escudo nacional que pendió en esa misma muralla durante casi toda la dictadura de Pinochet.
Sus dimensiones son las propias de una pintura monumental y en ella se pueden ver figuras antropomorfas, algunas acuáticas y otras terrestres, tan características en las obras de Matta. Dado los colores que se utilizan, el espectador queda confundido si es acaso espacio sideral, o bien, las profundidades submarinas. Otra ambigüedad es el origen de los cuerpos representados: a momentos pareciese que emergen figuras de la cultura precolombina, pero al mismo tiempo el título del cuadro nos evoca la mitología griega y particularmente a Cronos, dios del tiempo humano.
La tradición cuenta que Cronos, al liberarse de su padre Urano, también desató al tiempo, que al fin pudo correr sin más hacia el infinito. Si el espejo refleja a Cronos, personificación del tiempo, lo que el espectador ve no es sino la desmembración de ese tiempo y de la misma figura del dios mitológico. En francés, abajo del cuadro, se puede leer: una alegría en el universo del renacimiento.
Por lo demás, otro Cronos que vale la pena visitar es el que Goya pintó devorando a su hijo.