Hombre en su baño
Un francés nos enseña el culo.
Con una técnica muy similar al del pastel degasiano, Caillebotte pinta un desnudo masculino saliendo del baño. Este señor se está secando de espaldas y nos enseña su culo (y quizás hasta podemos ver algo más…), no como el mítico Apolo, sino como un ciudadano francés anónimo que se acaba de dar un baño.
No hay nada de divino en este desnudo. Es un simple tío que deja su ropa en la silla, una toalla en el suelo y las huellas de sus pies mojados en el parqué, algo que en la época era bastante moderno. Vemos además (y con un encuadre bastante innovador) un apartamento de esos años posteriores a la Guerra franco-prusiana, que trajeron consigo el auge de la burguesía y su tiempo libre, con esas “comodidades” burguesas como es el caso de esa bañera de la derecha.
Es cierto que en la época Degas pintó numerosos ejemplos de desnudos en el baño, pero eran siempre mujeres desnudas, lo que estaba en cierta medida tolerado (después de todo el tema de las bañistas era un género clásico). Caillebotte sin embargo cambia el sexo del bañista y nos muestra a un hombre en pelotas en la intimidad de su vivienda, algo que sabía que iba a escandalizar a la puritana sociedad francesa de 1884.