Joven en la ventana
Miremos al futuro... es luminoso.
René Caillebotte, el hermano del pintor, mira por la ventana de la casa familiar en el número 77 de la rue de Miromesnil. Gustave convenció a su hermano para posar. Era aún un joven e ilusionado estudiante de pintura y este viene a ser un ejercicio (de sobresaliente) de perspectiva y realismo urbano.
Nos vienen ecos de «Caminante sobre un mar de nubes» de Friedrich, pero aquí la figura protagonista no mira a la naturaleza. Mira al París de finales del XIX, que estaba en plena ebullición artística.
El mismísimo Emile Zola estaba impresionado por la técnica de este cuadro, y no es para menos: El contraste lumínico entre interior y exterior es acojonante, y el realismo de los detalles sorprende a cualquiera. Fijaos por ejemplo en el reflejo del cristal o los detalles de la alfombra. Caillebotte era sin duda un tipo con un gran talento.
No sabemos que nota le dieron a Caillebotte por este trabajo, pero la pintura sería presentada en la exposición de los Impresionistas de marzo de 1876 pues se negó en el Salón de 1875. El futuro ya había llegado.
Hagamos como este joven en la ventana… miremos al luminoso futuro que tenemos ante nosotros.