Jesús del Gran Poder
La intensidad del Barroco más personal de España.
Dinamismo y dramatismo, siempre presentes en el Barroco, están también en esta escultura, la imagen con más devoción cristiana en la capital de Andalucía, llegando a ser conocida en muchas partes del mundo.
Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, es la obra cumbre de Juan de Mesa. La finalidad de esta imagen fue la de transmitir compasión y misericordia entre los fieles, tanto en el retablo de la Basílica del Gran Poder como en procesión durante «la Madrugá» de la Semana Santa.
El artista cordobés marcó un antes y un después en la Escuela Sevillana con esta talla. La obra presenta la máxima manifestación del realismo sevillano, sentando las bases artísticas antecesoras al movimiento en este estilo.
El rostro envejecido por el gran dolor, denota la expresión más noble con la mirada puesta directamente en los ojos de los devotos, ofreciendo confianza y lealtad a quienes se dirigen a él. La corona de espinas está realizada en el mismo bloque del cráneo y perfora la ceja izquierda y la oreja con las espinas.
Jesús porta la cruz de la pasión que descansa sobre su hombro izquierdo y es sujetada con las manos con gran fuerza.
La disposición de los pies es muy destacada, pues consigue hacer ver una zancada muy pronunciada, imposible de realizar si pensamos en el peso de la gran cruz y el dolor que ya lleva acumulado.
De esta manera, Juan de Mesa consigue conmocionar a los fieles con el rostro sobrecogedor y un movimiento humilde pero con personalidad, haciendo ver que Jesús tiene el poder de conseguirlo todo.
Durante el cortejo procesional hacia la Catedral de Sevilla, se puede palpar en el ambiente el brío que desprende entre tanta gente, cuando el silencio se apodera de las calles repletas de miles de personas que clavan la mirada en su rostro.