La noche de San Juan
La mágica noche de San Juan celebra la llegada del verano.
La noche del solsticio de verano se celebra en todo el mundo como una noche mágica en la que de alguna manera siempre están presentes dos elementos: el fuego y el agua. La juventud —ya que esta es su fiesta— salta por encima de las llamas varias veces (el número varía según la zona, aunque parece que una cifra impar es importante) para espantar malos espíritus, y la simple contemplación de ese fuego a medianoche ya tiene una poderosa función purificadora.
En la cultura cristiana está el San Juan, un evidente rito pagano disfrazado de cristianismo sólo en el nombre, y en el caso de los países eslavos como Rusia se celebra el Ivan Kupala (que une Иван (Iván), nombre eslavo para Juan Bautista y Купала (Baño), pues era noche de bautizo).
En el Ivan Kupala son fundamentales el agua, que juega un importante papel en la fertilidad y la purificación ritual, y por supuesto el fuego. Todo en unión con la naturaleza en una de las noches más cortas del verano donde los jóvenes rusos hacen todo tipo de rituales para aumentar la fertilidad.
Aquí el realista Solokov ilustra una de sus fiestas preferidas y vemos a una multitud esperando su turno para saltar ese fuego mágico.