La pesadilla
Un íncubo domina los sueños de una mujer dormida.
The Nightmare, o El íncubo, es un extraño cuadro de Johann Heinrich Füssli, o como le llamaron los ingleses, Henry Fuseli.
El pintor suizo se fue a probar suerte a Gran Bretaña y ya se estableció en el país, siendo admirado por su erudición en arte. Desde luego sus cuadros, que no escatiman en oscuridad y mal rollo no fueron muy apreciados popularmente en su día, pero a la larga resultó ser cierto lo que decía William Blake de él: “se ha adelantado cien años a la generación actual”.
En el lienzo vemos una mujer dormida poseída por un íncubo, demonio que aparece en los sueños eróticos. Al fondo un terrorífico caballo observa la escena onírica construida en un ambiente teatral (con esa cortina al más puro estilo David Lynch).
Ocultismo, terror, erotismo… Esto era lo que le interesaba a este visionario que recrea ese mundo de los sueños nocturno y teatral, que tanto influiría en la Inglaterra Victoriana, con sus corrientes ocultistas, y siglos después a los surrealistas, a los que les encantaban estas temáticas.
Con esta obra, que nos habla de lo sublime, Fuseli se adelantó también al romanticismo, movimiento artístico que barrería Europa en pocos años.