La tempestad
¿Qué rayos es esto?
La tempestad, por ponerle algún título a esta pintura, de la que prácticamente no entendemos una mierda. Las pinturas del mítico Giorgione tienen fama por su rareza, desconocemos el tema que trata en la mayoría de sus obras, y eso que no tuvo tiempo a realizar un catálogo muy extenso, ya que murió prematuramente durante una epidemia de peste, con tan sólo 33 años (like Jesus!).
No tenemos más remedio que dejarnos llevar por algunas interpretaciones que se le han otorgado a la obra a lo largo del tiempo (unas más factibles, otras que llegan a lo rocambolesco).
Vayamos por partes: lo primero de todo, es tratar de identificar a los personajes.
En el lado izquierdo, aparece un hombre joven. Por su vestimenta, parece que se trate de un soldado. A la derecha, una mujer completamente desnuda (a excepción de un pequeño manto blanco) está dando el pecho a un bebé. Hay teorías que afirman que se trata de una gitana, y otros señalan que es Eva, la primera mujer de la historia, con su primer hijo: Caín.
En definitiva, no queda nada claro quiénes son los tres protagonistas.
Si pasamos al paisaje, resulta también confuso, una mezcla de edificios y naturaleza, dos pequeñas columnas rotas más a primer término (cuando hay columnas o troncos de árboles rotos de esta manera, que parece que hayan sido perfectamente cortados, simboliza normalmente una muerte prematura), pero, ¿cómo podemos aplicarlo a esta pintura?
Lo más notorio es el cielo: claramente se está desencadenando una tormenta. Giorgione no era uno de los artistas más modélicos respecto al uso de colores vivos y luminosos característicos de la Escuela Veneciana (quien más desarrollará esta cualidad será Tiziano), él solía pintar con tonos más apagados. A pesar de ello, aquí consigue recrear a la perfección una tormenta de verano, con ese ambiente tan cargado, propio de este fenómeno meteorológico en los meses más calurosos.
Por último, hablemos de una de las hipótesis sobre el tema que representa el cuadro (preparaos para perder la cabeza del todo).
La teoría más aceptada la propuso Salvatore Settis, arqueólogo e historiador del arte. ¡Asevera que Giorgone pintó aquí las consecuencias del pecado original! Después de la expulsión del Paraíso, las mujeres (Eva la primera) estarían condenadas a sufrir en el parto, y los hombres obligados a trabajar para subsistir.
Se potencia la posible veracidad de esta opción mediante un relieve de Giovanni Antonio Amedeo en la Capilla Colleoni (Bérgamo), en el cual Dios regaña a los pecadores y Eva aparece en esta misma postura.
Incluso se ha querido ver a una serpiente (como símbolo del diablo, de la tentación) en el suelo, algo más abajo de la supuesta Eva, en una de las pequeñas ramas. (Un gusano aún, pero una serpiente tan raquítica resulta improbable…aunque una idea muy imaginativa, eso sí).
Si seguimos comparando nuestra obra con el relieve, la diferencia más obvia es que en la pintura Dios no aparece por ningún lado. ¡También tenemos respuesta para eso! Dios estaría en el cielo, hecho un basilisco con estos humanos ingratos, y el rayo que vemos al fondo representaría su ira divina.