Los cerdos
Erotismo rural postimpresionista.
Una mujer bretona con la espalda desnuda. El calor debe ser insoportable tras la dura jornada de trabajo pues se quita la parte superior del vestido, dejando ver la blancura de su piel. Sólo en su nuca y en sus brazos se denota un moreno obrero que clarifica su estatus social. Y mientras la granjera descansa su pecho sobre la frescura del heno dejando la espalda desnuda, a su alrededor parece que hay unos cerdos anaranjados correteando.
No sabemos qué nos quiere decir Gauguin exactamente con esta enigmática obra, pero hay que reconocer en ella cierto erotismo rural, ciertas connotaciones sexuales seguramente magnificadas por el calor. Quizás Gauguin quería simbolizar en el cuadro las ideas sobre libertad sexual que él sin duda practicaba.
El artista pintó esta obra durante su estancia en Arlés con su colega Van Gogh, donde siguió buscando esa Arcadia primitiva en la que el ser humano podía ser completamente libre. Sabemos que no funcionó. Ni en la Bretaña, ni en la Martinica, ni en la Provenza arlesiana, ni probablemente en Tahití donde moriría. Quizás con una personalidad tan compleja nunca pudo encontrar ese lugar. Quizás ese sitio no existía excepto en sus cuadros, de un colorido exuberante en los que casi se puede sentir el calor.