
Mesa de desayuno
La poesía secreta de las cosas.
Una de las maravillosas naturalezas muertas de la gran Paula Modersohn-Becker, una artista tan buena que parece increíble que no sea más conocida. Quizás porque murió tan joven.
Criada en Dresde, descubrió el arte en Inglaterra, después fue educada artísticamente en Berlín y más tarde en París, capital mundial del arte del momento. Ahí conoció a su marido (de ahí añadir Modersohn a sus apellidos, aunque no renunció al suyo) y un par de museos que le volarían la cabeza. De vuelta a Alemania, en Bremen entra en contacto con ese extraño expresionismo local que estaba tan de moda.
Entre Bremen y París se construyó una carrera artística muy sólida.
En 1907 Paula quedó embarazada (realizando un escandaloso autorretrato desnuda) pero tras un parto difícil, una embolia pulmonar se la llevaría a los treinta y un años de edad. Pero en esa breve década que pintó, lo hizo de verdad. Dejó más de 700 lienzos y casi mil dibujos.
Paisajes, retratos y sobre todo muchos, pero que muchos autorretratos, pero también algún que otro bodegón.
Los académicos despreciaban en esos años el género de la naturaleza muerta por considerarlo un mero ejercicio, una mera copia para la que no hacía falta creatividad. Paul Cézanne, entre otros, dejó claro que no era así. El bodegón era perfecto para la experimentación.
Podemos ver claramente la influencia que Cézanne en este y otros bodegones de Paula Modersohn-Becker, ya sea por su austeridad formal, por la monumentalidad y geometrización de los objetos, por jugar con las perspectivas… Una búsqueda de encontrar nuevas formas de independizar el color, la forma y la superficie. En esta Mesa de desayuno casi no vemos la mesa, pues la artista prescinde de mostrar los bordes. Es como si quisiera colocar todo en una superficie neutra.
Paula quería exponer esa poesía secreta que tienen las cosas, incluso las más modestas, ese algo que se esconde detrás de la apariencia exterior.