Nubes de plata
Andy Warhol que estás en las nubes.
Jugar, soñar, relajar, elevar y flotar… Al sumergirte en Nubes de plata, la obra de Andy Warhol, te invade una sensación de añoranza e irresistiblemente vuelves a la niñez. Esta obra lleva el aroma de las tardes veraniegas de juegos, de las hojas del otoño, el humo de las chimeneas y la alegría de la primavera. Nubes de plata lleva los aromas del aire. Palpable y dinámica. Las piezas de la obra flotan a tu alrededor y tu reflejo invita a cuestionarte. Nubes de plata está en constate movimiento igual que la esencia del ser humano. Soñadora, aventurera y libre.
Andy Warhol el dibujante, el pintor, el publicista, el serigrafísta, el fotógrafo, el cineasta, el diseñador, el músico, el escultor… De rebelde a artista, de artista a genio, de genio a icono del art pop y de La Velvet underground neoyorquina. Este artista polifacético supo hacer de una sociedad consumista el sello de identidad de su trabajo. Desde el colorido glamour del retrato de Marilyn Monroe o el de Liz Taylor, hasta el contraste de la cotidianidad de Campbell’s Soup Cans (Latas de sopa Campbell’s) o de las esculturas Brillo box.
Pintar fue solo una fase por la que pasé. Pero ahora estoy haciendo una escultura flotante: rectángulos plateados que exploto y flotan.
Warhol era un apasionado de la ciencia y la tecnología de vanguardia. Para la novedosa obra Nubes de plata el artista contó con la colaboración del ingeniero electrónico Billy Klüver. Cada nube con forma de almohada esta fabricada con poliéster metalizado, un material experimental de la NASA para recubrir satélites. Su interior está hinchado de helio, gas noble ligero presente en el espacio que se utilizaba para poner en marcha y propulsar vehículos espaciales. En Nubes de plata conceptos aparentemente antagónicos se fusionaron en una danza plateada, el arte, la tecnología y la ciencia. Así el propio Andy Warhol declaró:
La plata era el futuro, era el espacio –los astronautas llevaban trajes plateados. Shepard, Grissom y Glenn habían salido al espacio vestidos así, y sus instrumentos también eran de ese color. Y la plata también representa el pasado: la pantalla plateada del cine […], las cuberterías de plata. Y quizás, por encima de todo, la plata era el narcisismo: los espejos tenían la trasera de plata.
En esta obra, el polifacético artista quiso dar un paso mas allá rompiendo con la rigidez impuesta en la disciplina de la escultura, permitiendo usar el sentido de tacto. Aquí el visitante ya no es un mero espectador: interactúa y forma parte de ella.
Nubes de plata es una obra caduca. Las nubes-globos desaparecerán lentamente a los siete días para ser, de nuevo, remplazadas… De la misma manera que el interminable ciclo de la vida orgánica.