Latas de Sopa Campbell
"...Hemos llegado a la conclusión de que los más banales e incluso vulgares elementos de la civilización moderna pueden, al transportarse al lienzo, convertirse en Arte..."
32 lienzos con cada una de las variedades y sabores de Sopa Campbell de 1962.
Warhol era un ilustrador comercial hasta los testículos de la seriedad y elitismo del expresionismo abstracto. Para él el arte era un juego, no un ente místico, y debería estar al alcance de todos, no sólo de unos cuantos eruditos.
La propia cultura supura arte. La cultura popular fabrica sus propios iconos estéticos y Andy fue de los primeros no sólo en verlos como Arte con mayúsculas, sino en fabricarlos en masa, comercializarlos, como si de un producto más de consumo se tratara.
En Europa quisieron ver esta obra como una sátira subversiva y marxista al capitalismo estadounidense (cosa que de algún modo era), pero en realidad, Warhol se inspiraba simplemente en lo que le gustaba: consumía casi a diario sopa campbell y bebía coca-colas como un poseso. Así que probablemente su inspiración vino de ver las latas y las botellas vacías acumuladas en su escritorio.
Para realizar estos bodegones modernos, pasó de la armoniosa colocación tridimensional de los objetos, y prefirió mostrarlas como derivaciones mecánicas de la ilustración comercial. Al mostrar la repetición de 32 latas las convirtió casi en una abstracción cuyos detalles quizás eran menos importantes que el conjunto.
Con el tiempo, el artista siguió pintando más productos de consumo, que incluía también a personajes célebres como Marilyn, Elvis, Mao, Jackie Kennedy… y finalmente, él mismo.