Andy Warhol
Estados Unidos, 1928–1987
Andy Warhol quería ser famoso. De hecho se podría decir que nadie estudió tanto el concepto de fama como él. Creador, consumidor, crítico de la fama, este artista empaquetó y vendió la marca Andy Warhol como un producto más de la sociedad de consumo. Y lo hizo tan bien, que los quince minutos de fama a los que tiene derecho todo el mundo, le duraron décadas.
Warhol era hijo de inmigrantes eslovacos instalados en Pittsburgh. Su madre fue una figura importantísima, pues mimó y sobreprotegió a su hijo hasta el punto que vivió con él toda su vida. Warhol, bicho raro él, decidió irse a Nueva York y dedicarse al arte, en concreto a la ilustración comercial, con la que se ganaba una buena pasta.
El institucional expresionismo abstracto dominaba la escena artística y Warhol quiso buscar un estilo completamente distinto. Con su experiencia en publicidad, empezó a mostrar productos de consumo de masas como botellas de coca-cola, latas de sopa Campbell… y al final, personas que eran productos en sí mismos, como Marilyn, Mao o Elvis.
La reacción de la escena artística fue un terremoto. De pronto, el expresionismo abstracto dejó de existir. Ahora lo moderno era el Pop, con su frescura, humor y superficialidad. Warhol se convirtió en una estrella. Lo conocían en todas las casas de América. Hay que decir que para ello contrató a publicistas, para que su nombre saliera continuamente en la prensa.
Entretanto, refinó su aspecto. Se estaba quedando calvo, así que empezó a llevar sus famosas pelucas. Se rodeó de personajes extravagantes de Nueva York y alquiló un almacén (The Factory) que le sirvió de taller y estaba lleno las 24 horas de adictos a las anfetaminas, transexuales y grupos de rock llevados por el propio Warhol (La Velvet Underground).
A lo largo de su carrera, el artista cultivo el dibujo, la pintura, serigrafía, escultura, música, cine, televisión, moda, performance, teatro, fotografia e incluso arte digital.
Warhol fue pues, un hombre del renacimiento en una época culturalmente saturada de elementos. Un visionario sobre que se olió en qué se convertiría el mundo a la larga: en una serie de modas de usar y tirar, subculturas que se vuelven culturas, prensa amarilla sustituyendo a la información y reallity shows sustituyendo a la vida misma.