Retrato de Victor Chocquet
El mecenas del impresionismo.
Victor Chocquet (1821–1891) fue un funcionario del Ministerio de Hacienda francés que tenía una pasión, una obsesión, un vicio: coleccionaba arte. Sobre todo le volvían locos los impresionistas y fue de los primeros en defenderlos cuando los parisinos se burlaron de ellos y abuchearon sus galimatías pictóricos al no entender un carallo de lo que se mostraba ahí.
Chocquet tenía buen ojo, sin duda. Y así, mientras los demás reían, él se fue haciendo con una colección cada vez más enorme de pintores impresionistas, agenciándose muy particularmente las obras de su preferido: Cézanne. El (post)impresionista lo pintaría y dibujaría en infinidad de ocasiones.
Pero también abundaban en su colección obras de Monet, Pissarro y Renoir, que es el pintor que lo retrató en la imagen que veis.
Muchos de estos artistas decidieron recompensar su apoyo pintándolo, y Renoir demuestra su simpatía por el mecenas inmortalizándolo pincelada a pincelada con ese brillo en la mirada, ropa informal, las manos unidas y —por supuesto— una obra de arte atrás.
Pero es una obra muy concreta: un Delacroix que Chocquet había adquirido años atrás y que Renoir coloca ahí porque el coleccionista le había dicho en una ocasión que él era el heredero del enfoque del color del pintor romántico.