Sin título
(Tu cuerpo es un campo de batalla)
¿De quién es tu cuerpo?
Las barreras entre publicidad y arte desaparecen en la obra de Barbara Kruger, que sabía muy bien que todo —una idea también— está a la venta.
En 1989 Washington se llenó de manifestaciones feministas en contra de esas corrientes conservadoras que en los años 80 crearon duras leyes antiaborto, es decir, casposos y rancios señores que pretendían mandar en el cuerpo de las mujeres.
Con Sin título (Tu cuerpo es un campo de batalla), Kruger toma partido y lo hace a su manera: con una fotografía en blanco y negro acompañada de un texto a color con la clásica tipografía de la artista (Futura Bold Oblique) que reza el lema que da título a la obra, paradójicamente una obra sin título.
Kruger toma partido, y en cierto sentido nos hace tomar partido a las espectadoras dirigiéndose a nosotras directamente: Tu cuerpo. Efectivamente, nuestro cuerpo es un lugar que el enemigo pretende conquistar y la artista simplemente deja claro algo tan básico como es el derecho de la mujer sobre su propio cuerpo
Esa batalla que se libra en el cuerpo de las mujeres se amplifica dividiendo a la mujer de la imagen en dos mitades, una en positivo y la otra en negativo, como en el ajedrez, donde hay dos ejércitos bien definidos. De manera legítimamente beligerante (no exenta de ambigüedad y contradicción), Kruger viene a decir: o estás con nosotras o contra nosotras.