Vampiros Vegetarianos
Dráculas veganos.
Vampiros vegetarianos es una obra cargada de grandes dosis de surrealismo y de un humor ligeramente oscuro, siendo está la perfecta representación del carácter de Varo.
En el centro, como figuras principales tenemos a tres individuos, que como el nombre indica, son tres vampiros. No es la primera vez que la artista emplea esta criatura nocturna; ya lo hizo en su cuadro Vampiro un año antes.
En este caso, los tres vampiros están sentados alrededor de una mesa donde mediante unas largas y finas pajitas se alimentan de diferentes frutas y verduras de color rojo. Crea una composición de la escena en la que las pajitas junto a sus angulares rostros les hacen parecer mosquitos, otra criatura que se alimenta de sangre.
La túnica y las alas que surgen de sus sombreros, como si se tratara de una adaptación del casco alado del dios Mercurio, están realizadas en decalcomanía, una técnica muy empleada en el arte surrealista impulsada por Óscar Domínguez, y muy apreciada por Varo, que consiste en extender pintura en un trozo de papel y luego presionar contra el lienzo y separarlo antes de que se seque.
A los pies de la mesa, dos criaturas híbridas que resultan de la mezcla de un chihuahua y una gallina, son tratadas como mascotas de compañía.
La escena transcurre en una habitación gótica dónde la única vista del exterior es la claraboya, desde la que se puede apreciar un cielo estrellado que recuerda a otra de sus obras, como Papilla Estelar o La Creación de las Aves, como si todas las obras hubieran sido realizadas en la misma noche.