Venus y Cupido
Las piernas más largas de la historia del arte.
En realidad este lienzo (sí, aunque tenga esa forma es un lienzo…!) se llama Quattrocento florentino porque Gustav Klimt quiso representar esa época fundamental de la historia en las enjutas de las escaleras principales del Museo de Historia del Arte de Viena. ¡Y qué mejor motivo para plasmar el Quattrocento que la diosa del amor acompañada del pequeño dios alado!
Venus se apoya en el arco totalmente desnuda (y muy depilada) a excepción de sus joyas: unas pulseras de oro (no podía Klimt dejar de usar su material fetiche) y sobre todo ese magnífico cinturón bajo las tetas, que hace que la pintura rezume erotismo.
El Kunsthistorisches Museum abrió sus puertas al público en 1891 y ese mismo año Franz Matsch, Gustav Klimt y su hermano pequeño Ernst realizaron un total de cuarenta pinturas para decorar los espacios entre las columnas de la escalera principal. Cada una de esas cuarenta obra representa un período artístico o un lugar fundamental para la Historia del arte (junto al Quattrocento florentino está el Cinquecento, o Egipto, la Antigua Grecia, el Barroco, el Rococó, el arte bizantino… vamos: los movimientos artísticos que tenéis a vuestra disposición en HA!).
Escojo esta pintura en concreto porque es un ejemplo del Klimt más realista y porque estamos ante las que posiblemente sean las piernas más largas de la historia del arte.