Bañistas
Los años figurativos.
Antes de meterse en la abstracción radical, Malevich fue buscando su estilo tocando todas las vanguardias habidas y por haber, y encontrando en torno a 1908 un lugar cómodo entre el postimpresionismo que vemos en el paiaje de fondo de estas Bañistas unido a un particular primitivismo inspirado en el arte tradicional de Rusia como los iconos o las muñecas rusas.
En cuadros de la época como este vemos como las bañistas están empezando a desaparecer en color y forma. Unos seres en metamorfosis que se acabarán convirtiendo en las esquemáticas figuras suprematistas que acabaría realizando Malevich. Pero por ahora son todavía figurativas, son desnudos de mujer de frente y espaldas de una robustez todavía presente.
El artista pinta a estas tres bañistas de varios blancos (nótense los sutiles tonos fríos y cálidos) que otorgan de un aspecto casi fantasmagórico y que habitan sobre un paisaje natural de evidentes referencias cezannianas.
Ese fondo es un paisaje típico de cualquiera de las bañistas de Cézanne, un lugar idílico y acuático que sirve de excusa para mostrar desnudos despreocupados. Pero mientras, por lo general, estas obras de Cézanne se caracterizaban en la sorprendente integración de las bañistas en el paisaje (tanto temática como pictóricamente) aquí Malevich casi parece pretender lo contrario: es como si las bañistas fueran recortadas y pegadas sobre un anterior cuadro del artista. Algo que sin duda Malevich hizo conscientemente para explorar y reflexionar sobre la pintura en esa época de búsqueda de la modernidad.