Banquete de los arcabuceros de San Jorge de Haarlem
Cena de amigotes.
Uno de los primeros retratos colectivos de la historia del arte se hizo en la Holanda del Siglo de Oro. Antes hay ejemplos de retratos en grupo, pero eran como retratos independientes, sin ningún nexo de unión. Frans Hals decidió reunir a toda esta gente en torno a una mesa, tras un banquete, dándole así a la escena un concepto coherente.
Ni que decir hay que este nuevo género de cena de amigotes fue todo un éxito y desde entonces, con la excusa de que pertenecían a un grupo de milicias, oficios o grupúsculos varios, se realizaron cientos de retratos de hombres holandeses borrachos mirándonos.
Hals pinta aquí al schutterij de Haarlem, una de las milicias cívicas de la ciudad. Estos tipos eran un grupo de arcabuceros, aunque en realidad era una asociación de burgueses que representan el poder ciudadano frente al poder feudal de tiempos pasados. La burguesía estaba floreciendo y querían mostrar su poderío, sus riquezas y su carácter campechano y simpático. De ahí tanta sonrisa.
Miradas, gestos, poses… todos los miembros dan vida al cuadro con sus caras y manos, y esa luz barroca da ese nuevo realismo que estaba de moda. Eso sí, estos tipos eran calvinistas, de ahí esa ropa tan austera y oscura.
Frans Hals, de treinta años, conocía muy bien a estos tipos que le encargaron el retrato, de ahí que a pesar de ser un excelente retrato de grupo, también retrata a cada individuo con sus particularidades.