Brujas alrededor del fuego
Sábado negro.
Paul Ranson fue miembro destacado de los míticos Nabis (palabra hebrea que significa «profeta»), esos seguidores místicos de Paul Gauguin que buscaban sintetizar todas las artes y utilizarlas no solo con un objetivo estético, sino también para usos sociales (e incluso espirituales).
Este grupo de hippies decimonónicos entre los que se contaban a Bonnard, Lacombe, Vallotton o Sérusier, decidieron pintar con colores intensos y arbitrarios, para expresar lo que para ellos era lo importante en el arte: lo subjetivo. Influenciados por Gauguin, la teosofía, las religiones orientales y las estampas japonesas, se convirtieron en los perros verdes del arte francés.
Vemos todas esas influencias en esta imagen, pero a Paul Ranson además le interesaba mucho el mundo de «lo oculto»: espiritismo, ocultismo, magia, brujería y demás temáticas magufas le volvían loco y— como es lógico— las retrataba siempre que podía en sus pinturas.
Aquí muestra un aquelarre de cualquier sábado negro, con sus brujas en pelotas soplando el fuego, un caldero con vaya usted a saber qué hirviendo dentro, todo tipo de serpenteantes quimeras saliendo del recipiente, y una audiencia compuesta por gatos, culebras y demás fauna afín a ese tipo de prácticas. Seguro que suena algo de Black Sabbath.