Contrastes simultáneos
Mirar nuestra vida a través del color.
Sonia Delaunay
La vida de esta pintora y diseñadora ucraniana es tan prolífica como su obra. Nació como Sonia Stern, se acabó nacionalizando francesa y vivió 94 intensos años. Puede incluso ser extenuante el pensar en todo lo que esta mujer pudo ver a lo largo de su vida, los cambios que la sociedad y el mundo experimentaron y que ella pudo contemplar. Escapó a varias persecuciones, dos guerras mundiales, vivió grandes cambios en las propuestas artísticas de su época, se casó con Robert, que se hizo mundialmente conocido por su arte, enviudó con 43 años, se reinventó como diseñadora…
Recomiendo mucho la lectura de su biografía porque es un claro ejemplo de una vida donde los obstáculos se convierten en posibilidades, nos enseña que la vida no es tanto lo que nos pasa sino cómo queremos vivirlo. Es la vivencia de la palabra MODERNA: pa’ lante, siempre progresando.
Sonia es ese caleidoscopio de colores con el que muchos de nosotros hemos jugado de pequeños. Su vida y su obra están llenos de combinaciones que, a primera vista podrían parecer imposibles, pero cuando las vemos juntas, cobran mucho sentido. Sonia es un «yo nunca me hubiera puesto eso, pero en tí queda maravilloso».
Tanto su biografía como sus creaciones, nos muestran la fuerza que se revela en el CORAJE, cuando la voluntad es la respuesta a la escucha del corazón. Sonia cambió, se transformó, se reinventó en muchas ocasiones. Y siempre lo hizo mirando hacia el porvenir. De la misma forma se acercó al arte, con valentía, llegando al corazón, al COLOR. Se trata de descubrir la vibración y el alma del color. El color tiene una vida independiente para él mismo. Es un ser. Nadie explicará mejor las cualidades sanadoras que tiene el color en el ser humano.
Mirar un cuadro de Sonia es percibir el movimiento de cada mancha. Es el encontrar la armonía en las infinitas combinaciones. Sus creaciones bailan, tienen música, no son estáticas, vibran. Mirad con detenimiento las fotos de Sonia, ella es pura dignidad, como sus obras. Una invitación a recuperar ese caleidoscopio y mirar nuestra vida a través del color.