Painting
Margaret Tatcher ya nos habló de "ese artista horrible que pinta asquerosos trozos de carne”.
Creado en el período inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial, Bacon nos da otra muestra de su extraordinario talento con esta obra. No por nada era la figura principal de la Escuela neofigurativa de Londres.
“Painting” muestra el retrato de una figura pública en el anonimato. El paraguas y el traje aluden al primer ministro británico antes de la guerra, Neville Chamberlain, que siempre llevaba estos elementos.
Pero esa cara de cadáver en descomposición y la mueca enseñando los dientes sugieren una profunda brutalidad por debajo de un uniforme respetable.
El expresionismo de Bacon siempre mostró estos seres monstruosos aislados, solos y desfigurados, pero que para el artista eran absolutamente reales. Personas en sufrimiento, siempre en interiores como este, donde el retratado convive con trozos de carne descomponiéndose.
Los cadáveres de vaca en suspensión como crucificados, son otro motivo recurrente del artista que por lo visto vienen de su fascinación infantil con las carnicerías, y que aquí creemos que pudo inspirarse quizás en el Buey Desollado de Rembrandt.
Si recordáis, en el “Batman” de Tim Burton, el Joker y sus compiches entran en un museo de Gotham para destrozar obras de arte, pero el villano decide salvar una obra: “Esta me gusta…”. Por supuesto era una de Francis Bacon.