Joven con un feto
La mujer: el cuerpo que lucha.
En esta web huimos del oportunismo, pero es imperativo hacer un homenaje a la recientemente fallecida Paula Rego (1935–2022), una de las artistas más importantes e influyentes del panorama artístico internacional de las últimas décadas.
Obscenamente figurativa, su pintura está llena de narrativas en las que la protagonista absoluta es la mujer, habitante de sórdidos y hostiles universos, extrañamente cercanos incluso para las mujeres que no han sufrido traumas severos.
Los cuadros de Rego hablan de familia, recuerdos de la infancia, aborto y en general de la lucha de la mujer en una sociedad que parece no renunciar nunca a su aversión a lo femenino.
En esta obra en concreto, Rego retrata (quizás se autorretrata, o nos autorretrata) como reflejo de la hipocresía social ante el aborto.
La mujer descansa tras la dura experiencia de un aborto, y su hijo muerto, todavía con el cordón umbilical saliendo de su cuerpo, reposa en un sucio lavabo clandestino. Unas cortinas ocultan la escena.
En sus numerosas obras sobre el tema, Rego plasma a las mujeres solas, cansadas, en silencio… en interiores apenas abocetados que distan mucho de una clínica limpia y esterilizada.
Paula Rego fue una de las voces plásticas más lúcidas, combativas e interesantes de la pobre producción artística actual. Un arte ajeno a las modas, universal (aunque muy portugués) y representativo de un género femenino que quiso retratar, cuadro a cuadro durante toda su carrera.
Desde, HA!, transmitimos nuestro más sentido homenaje a una de las últimas grandes artistas del arte universal.