La educación de Aquiles
No todo el mundo tiene la suerte de aprender a montar a caballo sobre un centauro.
La segunda escena de la serie (ver primera aquí) La vida de Aquiles nos refleja ya a un Aquiles más crecido, preadolescente.
Como siempre, a voluntad de su madre Tetis (su padre Peleo ni pincha ni corta) fue educado por su bisabuelo Quirón, el centauro más civilizado y sabio.
Quirón enseñó las artes y las ciencias a otros héroes griegos además de Aquiles, como por ejemplo Áyax el Grande, que también participó en la Guerra de Troya, o Jasón, que viajó con los argonautas en busca del vellocino de oro.
El centauro enseñó a nuestro héroe conocimientos de música, equitación, caza y medicina.
En esta obra, Rubens decidió plasmar una de esas clases de hípica, con Aquiles a lomos del propio Quirón. Pero en la obra vemos otros elementos que aluden a otras de las materias que impartieron.
Igual que en Tetis sumergiendo a Aquiles en el Estigia, aparecen dos columnas con rostros en los laterales.
La columna masculina representa a Asclepio, el dios de la medicina. Lo sabemos porque en su báculo se enrosca una serpiente (símbolo aún actual de las farmacias).
La figura femenina en el lateral opuesto es una de las nueve musas, no está claro cuál decidió Rubens pintar de todas ellas, pero podría tratarse de Calíope, la musa de la poesía épica. Esta sostiene una lira.
En el árbol también vemos una lira colgada, referencia a la educación musical que recibe Aquiles.
Para mencionar la caza, aparecen diversos elementos en el primer plano: una liebre muerta, un pájaro, un arco con algunas flechas y unos cuernos de caza, además de los perros integrados en el paisaje.