La Trinidad
Padre no hay más que uno.
Esta obra fue uno de los primeros encargos que recibió el Greco al llegar a España y estaba destinada a ocupar la parte superior del retablo del convento de Santo Domingo el Antiguo en Toledo.
Como debía verse a bastante altura, El Greco apuesta por la monumentalidad de la figuras, con una perspectiva arriesgada pero acorde al punto de vista del espectador y otorga un sentido escultórico a las personajes.
Esta representación de Cristo muerto sostenido parcialmente por Dios Padre sentado en un trono de nubes, acompañado del Espíritu Santo y rodeado de ángeles, nos permite entender cómo era la pintura del Greco durante su primera etapa en Toledo, donde la influencia de su estancia en Italia se refleja perfectamente en el uso del color y sobre todo en el tratamiento de la anatomía de los personajes que tomó de su admiración por el trabajo de Miguel Ángel.
Aunque hay motivos parecidos en algunos ejemplos tardomedievales, es particular el planteamiento del Greco en la composición, donde podemos identificar la iconografía de la Piedad pero en este caso con el Dios Padre ocupando el lugar de la Virgen María. También es interesante, cómo los tonos brillantes de las túnicas de los personajes contrastan drásticamente con la palidez cadavérica del cuerpo de Cristo.
La expresión tanto de los ángeles como del Padre de Cristo aportan emoción a la escena que ya de por sí, tan sólo en la composición, se nos presenta de manera impactante y dramática, aspecto que se refuerza con esa representación del espacio celestial donde las figuras parecen apoyarse en una grandiosa nube grisácea que cubre el cielo azul y una luz dorada en la zona superior que proporciona un toque de espectro divino y celestial.
Si bien el cuadro está representado según las proporciones tradicionales y aún se encuentra alejado de la estilización de las figuras que predominará en las obras posteriores del Greco, podemos intuir en La Trinidad algo de lo que será su estilo tardío en la postura serpenteante de Cristo, en las expresiones de los personajes y en el incipiente alargamiento de las figuras en general, un estilo que lo hará único, inconfundible e inclasificable.