Modo de volar

Confuso, ambiguo y enigmático es el mensaje que quería transmitir Goya en sus fascinates Disparates. Y quizás el mensaje queda todavía menos claro en este, donde unos hombres han fabricado artilugios voladores y consiguen hacer realidad uno de los sueños imposibles de la humanidad: poder volar.

Vuelan entre la oscuridad y el silencio, y parece un vuelo apacible, con esas alas de murciélago o de polilla. Pero no hay rastro en ese fondo negro de elementos ni del cielo ni de la tierra, lo que nos hace pensar que estamos ante un misterioso sueño.

Ese carácter críptico de los Disparates deja abierta cualquier posible lectura. Esos hombres consiguen lo que no se puede hacer a base de talento y esfuerzo. Quizás esto sea una metáfora de la innovación —política, social, cultural— a la que los conservadores se muestran contrarios. Pero tampoco queda claro si lo que retrata Goya no es precisamente lo grotesco que hay en esta pretensión voladora.

El vuelo bien puede simbolizar tanto lo inestable como lo imposible. Desde la libertad hasta la imposibilidad de la misma.

Quizás Goya solo quiso decir en un momento de pesimismo que, excepto en el arte, es imposible materializar nuestros sueños.