Muñeca de Kokoschka
(Mujer silenciosa)
Alivio inanimado.
El mundo del arte está plagado de historias que parecen sacadas de una enredada telenovela. Aquí tienes una.
El artista austriaco Oskar Kokoschka inicia una relación en 1912 con Alma Mahler, viuda del compositor Gustav Mahler. La cosa sale mal ya que Alma lo abandona y retoma el romance que mantuvo con el fundador de la Bauhaus, Walter Gropius cuando estaba casada con Gustav.
Kokoschka no puede olvidar a su amada y se le ocurre encargar una muñeca a su imagen y semejanza para aliviar su pena. Primero a una fabricante de muñecas, Lotte Pritzel, quien dijo que ni de coña, que el nivel de realismo que pedía este señor era imposible. Otra artesana, Hermine Moos, se atreverá con el encargo pero con un resultado bastante penoso; eso sí, parece que estaba hecha de una piel muy fina agradable al tacto y rellena de plumas.
Kokoschka, como Ryan Gosling en Lars and the real girl, hace de la muñeca feucha su inseparable compañera a la que trata como si fuera la misma Alma de carne y hueso. La convierte en su musa y modelo y va con ella a todas partes. La historia termina una noche en que el artista organiza una fiesta loca y la decapita en mitad del salón con los restos de una botella de vino tinto.
Aparte de esta truculenta historia, esta obra tiene varias lecturas y puede ser considerada precursora de muchas otras. Los surrealistas que vendrían unos años después se interesarán por las muñecas y maniquíes, en concreto por la atracción o violencia sexual latente entre el artista masculino y esta representación femenina, manipulable al gusto. Los surrealistas violentarán estos cuerpos plásticos para cuestionar procesos modernos como la mecanización y la mercantilización. Por ejemplo, en la Exposición Internacional del Surrealismo de París, en 1938, se expusieron los maniquíes de Dalí, Sonia Mossé, Miró, Max Ernst, Léo Malet, Marcel Jean u Óscar Domínguez.
Asimismo, resulta una pieza absolutamente propia del arte contemporáneo en el que, para empezar, el hecho de que la muñeca no haya sido fabricada por el propio artista es absolutamente irrelevante, entrando de lleno en el género de la perfomance. Y es que cuando un artista se adelanta a su tiempo… ha de esperar a que el resto se ponga al día.