
Pastoral
Locus amoenus.
En los años 20, a caballo entre París y lo que después sería Yugoslavia, el pintor serbio Sava Šumanović creó una serie de lienzos de temática pastoril, que mezcla estilos varios, pero sobre todo aporta una monumentalidad en las figuras que parecen estar esculpidas en piedra. Poco a poco, Šumanović fue encontrando su propia voz, su propio estilo al que llamó «como sé y puedo».
En este Pastoral, Šumanović muestra a cuatro desnudos, dos femeninos, un masculino y uno difícil de decir. No importa demasiado. Como en todo género pastoril, se retrata una Arcadia feliz y bucólica, donde todo el mundo está en pelotas, retoza continuamente y toca la flauta sin preocupaciones. Un Locus amoenus con árboles que dan sombra, agua que corre y prados blanditos donde tirarse a hacer nada.
No es precisamente un retrato de la tierra de Šumanović, que ya entonces era un polvorín de odios enquistados. Peor sería en pocos años, cuando los nazis montan un estado títere fascista y comienza una campaña de genocidio contra los serbios, judíos y gitanos de la zona.
La policía fascista arrestó a Šumanović junto con 150 ciudadanos serbios y los condujo a un campo de concentración donde serían ejecutados y enterrados en una fosa común.