Sísifo
El spagnoletto se vuelve a lucir.
Sísifo fue un personaje de la antigua Grecia castigado por Zeus a empujar una enorme piedra cuesta arriba por una ladera empinada. Lo más jodido era que todas y cada una de las veces, cuando estaba llegando a la cima, la piedra siempre rodaba hacia abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio, una y otra vez, día tras otro, año tras año. Así durante el resto de su vida.
Esta historia tiene múltiples significados, pero podemos interpretarla a día de hoy como una excelente metáfora del absurdo de la vida humana, como muy bien dijo Camus. Pero el escritor concluye para consolarnos un poco que “uno debe imaginar a Sísifo feliz”.
Sísifo realiza un trabajo absurdo, como el que realiza buena parte de la gente, y Ribera consigue una buena imagen visual del esfuerzo inútil e incesante del ser humano para conseguir unos objetivos fútiles.
Ribera, ese artista que tuvo que emigrar de su España natal para que se apreciara su talento en Italia, pintó a su manera a Sísifo, como habían hecho muchos artistas antes, y lo seguirían haciendo después.
De hecho, esta pintura es una copia del original del spagnoletto, pero que respeta el estilo del maestro, con figuras desnudas en las penumbras, a ser posible realizando un esfuerzo o siendo torturados. Así el pintor podía mostrar la anatomía humana en tensión con su estilo truculento, tan del gusto barroco tenebrista.