El cumpleaños
Chagall pintó esta obra antes de casarse.
La historia de amor entre Bella Rosenfeld y Marc Chagall está más que documentada pictóricamente por el autor.
Los padres de Bella no querían que su hija se casase con ese muerto de hambre, por lo que Chagall se marchó a París a buscarse la vida como pintor… Ya os imagináis el ambiente que había por ahí a principios de siglo…
Tras cuatro años consiguió vender algo. Empapado de vanguardia, pero con un arte personal e inclasificable, regresó a Vitebsk para restregarle los billetes a sus futuros suegros y casarse con su gran amor para llevársela con él a París. Por desgracia estalló la Primera Guerra Mundial, se cerraron las fronteras y el matrimonio se quedó en Rusia varios años.
“Cumpleaños” fue pintado justo antes de casarse para inmortalizar un momento de felicidad compartida. Una felicidad tan grande que los dos enamorados flotan por el aire. Ni las leyes de la gravedad, ni la perspectiva pueden con el amor…