La nariz
El perfecto existencialista.
Del universo de figuras largas y tristes características del lenguaje escultórico de Giacometti, surge La Nariz, una rareza del artista fascinante y compleja.
Se trata de una obra que aún conserva mucho de su etapa surrealista, movimiento del cual Giacometti formó parte siendo uno de sus principales escultores en la década de 1930.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el artista regresa a París y es en 1947 cuando realiza esta escultura. Un objeto que parece el perfil de un personaje cuyos rasgos principales son una nariz alargada y prominente, la forma de lo que sería una boca emitiendo un grito y un prolongado cuello en forma de una manija.
La afición de Giacomentti por la experimentación con la materia y las posibilidades plásticas de la misma, le llevó al uso del yeso como un material más, siendo frecuente en su producción escultórica.
En La Nariz, se pueden identificar también, la influencia del arte africano que interesó tanto a Giacometti y del que realizó diversas indagaciones.
La cabeza colgante, tosca y carente de ojos, nos recuerda por ejemplo a los amuletos o las figurillas rituales de este arte. Sin embargo, La Nariz, es la expresión del trauma sufrido por la guerra. Una expresión de angustia y horror frente a la violencia y el abuso de poder.
Algunos expertos interpretan en el perfil del personaje, la forma de una pistola, un instrumento para la muerte que amenaza e infunde temor.
Giacometti realizó una versión de La Nariz, en la que encierra la cabeza en una especie de jaula, de esta manera, experimentaba con el espacio adentrándose en una poética del absurdo y en un juego de tensiones entre lo cerrado y lo abierto.
Estamos en el escenario de la Francia existencialista de la posguerra, Giacometti contaba entre sus mejores amigo a Sartre quién le definió como el perfecto existencialista.
Ambos compartirán sus ideas sobre la angustia del hombre moderno, un tema que se había extendido a la producción artística de la época empapándola de desconcierto y angustia ante el desastre de la guerra.