M-A/C-L
Los obstaculos de la moda actual.
Esculturas hiperrealistas de gente desvistiéndose. Y tienen verdaderos problemas para quitarse la ropa. Una forma como otra cualquiera de representar la angustiante condición del ser humano.
Con su serie Attitude Daniel Firman vuelve a mostrarnos a humanos haciendo cosas de humanos, haciendo cosas coreográficas, cosas narrativas. Y siempre mostrando algo tan relativamente complicado de mostrar en escultura como es el movimiento.
Sin embargo nunca vemos caras ni piel en las esculturas de Firman. Es como si al principio reconociéramos la acción con esas piezas ultra-figurativas, de un realismo insultante. Incluso podemos llegar a sentirnos algo identificados. Pero tras una observación detallada debemos preguntarnos qué hay de humano en esos humanos.
Son escenas que por cotidianas no dejan de ser misteriosas, irreales. A lo mejor precisamente por esa «normalidad» todo es todavía más surrealista.
Attitude muestra a una serie de personas, todas con nombre, todas a tamaño natural, todas congeladas en pleno movimiento. Según el escultor es una forma de representar lo que los coreógrafos denominan Contact improvisación, una técnica de danza de improvisación. Además Firman viste a esta gente con ropas y accesorios reales.
Quizás la escultura más esperpéntica de la serie sea esta M-A/C-L, la única sin un nombre, solo esas crípticas iniciales. Un monstruoso maniquí —¿no son todos los maniquís monstruosos…? — que posa en su escaparate surrealista mientras lucha por deshacerse de sus espantosas prendas de marca de Louis Vuitton, Christian Lacroix u otro pailán de la grotesca moda actual.