Hiperrealismo
1965
Un buen pintor ha de dar el paso de copiar las cosas a tratar de entenderlas. ¡Qué diferencia tan grande existe entre copiar lo más fielmente y entender qué es lo que es aquello!
Antonio López
El hiperrealismo (llamado realismo radical por algunos), y sus variantes: fotorrealismo, realismo conceptual, posminimalismo… Un arte basado casi exclusivamente en el virtuosismo nacido a finales de los años 60.
Debemos suponer que un arte que quiere copiar la realidad milímetro a milímetro, átomo a átomo, es un arte que busca explícitamente la objetividad radicalizada, aunque no deja de ser también explícitamente una representación: pintura, escultura o lo que sea que «maneje» tan bien el artista de turno.
Porque sí, los hiperrealistas son unos tipos que pintan o esculpen muy bien. Dominan su oficio y nos lo restriegan en la cara a nosotros, pobres espectadores, que no podemos más que asombrarnos ante semejante dominio técnico.
Pero aparte de dominio técnico, el arte necesita otra cosa. Otra cosa más importante. Quizás lo realmente importante. Porque de otra manera, podríamos decir que el hiperrealismo no dista mucho de la taxidermia.
El arte hiperrealista busca algo imposible: la perfección, aunque lo haga sólo para mostrar perfectamente lo banal, siguiendo un poco lo que habían empezado años antes los Pop.
En el hiperrealismo no suele haber huellas de pinceladas, se elimina toda materia. Se elimina incluso toda emoción o sentimiento. Con ello asumimos que se quiere parecer a la quizás mucho menos realista fotografía.