Bronzino
Italia, 1503–1572
Llamado Bronzino, Agnolo di Cosimo fue uno de los pintores más reconocido en la Florencia del siglo XVI. En una de las primeras historias del arte, Giorgio Vasari ya lo menciona junto al maestro Pontormo, ambos grandes representantes de la pintura manierista.
Este estilo amanerado, refinado y artificial, estuvo muy vinculado a las cortes italianas y francesas que buscaban «poseer» a estos artistas como parte de su séquito. Para estos pintores la premisa fundamental era crear siempre a la maniera del divino Miguel Ángel. El Manierismo enfatizó la sofisticación intelectual, la elegancia antinatural y el artificio, utilizando posturas rebuscadas inscriptas en la llamada línea serpentinata (cuerpos cuya estructura responde a la ondulación de la letra «S»), violentos primeros planos con fuerte inestabilidad, temas extraños y encriptados, y una cierta carga erótica proporcionada a las figuras, por más cristianas que fueran.
Llamado Bronzino por sus iluminaciones artificiales, metalizadas, blancas y brillantes; sus figuras resueltas con la calidad del relieve en mármol, por sus exquisitos retratos que describen miradas frías hacia el espectador (no se pierdan a Eleonora da Toledo).
Si bien será uno de los más famosos pintores manieristas italianos junto con Parmigianino, Pontormo y Rosso Fiorentino, Bronzino logrará tender el puente hacia el Barroco, trabajando texturas y espacios interiores con marcado detalle y opulencia.