Los historiadores son unánimes: sin los artistas japoneses no habría arte moderno.

En una de sus últimas obras, Haring nos dejó este bonito mensaje de amistad y aceptación.

El universo de M.C. Escher puede aparecer en vuestras pantallas. Sólo tenéis que completar este puzzle.

No podemos ni imaginar cómo El Lissitzky pudo seguir experimentando así en pleno estalinismo.

El ilustrador que mejor plasmó la figura del Quijote.

Escher: ¿Matemático, artista o ilusionista...?

El plátano de Warhol es ya un icono del arte y la música.

Los grabados de Escher son para observar unos buenos minutos.

El mundo como algo relativo.

Cuerpos femeninos, delirantes, obscenos, violentos... pero fascinantes.

Uno de los más famosos ejemplos de arquitecturas imposibles del autor: la escalera sin fin.

Es una de las imágenes más conocidas del mundo, un icono que representa la naturaleza devorando unas diminutas figuras humanas.