Una araña se ríe maliciosamente en este cuadro-pesadilla.

La obra es también conocida como "El despertar de la primavera".

Con la excusa de la mitología romana, la genial artista representa al amor como un engaño.

Cupido en el baile de disfraces observa a la próxima víctima de sus flechas.

Hodler nos muestra un rítmico cuadro de soldados preparándose para la guerra.

El simbolista alemán ilustra el concepto de disonancia a la perfección.

La artista siempre quedó a la sombra de su mentor y amante Rodin. Quizás la ola simbolice esa amenazante presencia, que al final acabó engulléndola.

El escultor francés sirve de puente entre la escultura tradicional y la moderna.

Una mujer fatal simbolista con la cabeza de Holofernes.

Munch practicó un simbolismo que en el futuro se conoció como expresionismo.

Acusado de pornógrafo, Klimt llamó en principio a este cuadro "A mis críticos".

Los pueblos antiguos llegan por mar.

La seductora bruja de la Odisea ofreciendo una copa.

La ucraniana nos enseña a sus hijos desayunando.

Desnudos femeninos en una sauna.

El miedo ancestral a la noche.

Un espejo permite ver dos versiones antagónicas de un mismo cuadro.

Un motivo primitivamente atractivo.