Miró huele la tormenta de mierda que va a ser la Guerra Civil española.

Esta mujer pulpo quizás represente los miedos de Dalí ante la mujer.

La gallega que revolucionó Madrid. Lorca, Alberti, Breton, Dalí, Neruda, Warhol... cayeron rendidos a su personalidad y su obra.

Miró soñaba en ese azul en su época de más hambre.

Estos elefantes caminan con sus piernas largas, delgadas y frágiles.

Una máquina de nacimientos industrial, oscura, violenta, pero hipnóticamente bella.

Sartre dijo de sus esculturas anoréxicas: "Están a mitad de camino entre el ser y la nada".

Ejemplo clásico de los paisajes de Tanguy.

¿Es o no es esto una pipa? Magritte nos obliga a ejercitar un poco la cabeza.

Esculturas/fotografías de Max Ernst para ilustrar la revolución surrealista.

El prometedor artista asesinado en Auschwitz nos pinta una naturaleza muerta con lo que pudo encontrar en su escondite antes de ser arrestado.

El vuelo como metáfora del amor: El cielo pertenece a los enamorados.

Maravilloso retrato en "blanco y negro" del gran teórico contemporáneo del color.

Unión delirante de los dos bigotes más excéntricos del siglo XX.

Sandberg pinta sus alegorías como los surrealistas de hace 500 años.

Otra aportación del surrealista al no menos surrealista Hollywood.

Dan Webb realiza verdaderos prodigios con un trozo de madera.

El cuadro que regaló Dalí a Lorca.

A finales de los años 20, Max Ernst pinta su serie de bosques.

“Un perro andaluz” se hizo con 25.000 pesetas que les prestó la madre de Buñuel.

Este objeto es uno de los iconos de surrealismo.

«Rellenar el espacio de modo hermoso. Eso es lo que el arte significa para mí»

Para Man Ray, la vida (y por tanto el arte) eran un juego.

"Sangre de un poeta" es una de las obras cumbre del surrealismo cinematográfico.